CAZA ILEGAL

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Siete detenidos por participar en un safari ilegal en el que se mató un tigre

Agencia EFE, Miércoles, 7 de diciembre 2005
Siete personas han sido detenidas por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil en una finca de Monterrubio de la Serena (Badajoz) por participar en un safari ilegal en el que se mató a un tigre.

Estas personas, tras pasar a disposición judicial, han sido puestas en libertad con cargos.

Así lo han explicado hoy en Badajoz, en una rueda de prensa, el subdelegado del Gobierno en Badajoz, Inocencio Ramos; el teniente coronel de la Guardia Civil de la Comandancia de Badajoz, Antonio Basilio Sánchez Rufo, y el sargento Esteban Buitrón, jefe del equipo de SEPRONA que participó en la operación policial, que sigue abierta y que podría incluir nuevas detenciones.

Los detenidos están acusados de un presunto delito contra la protección de la fauna.

Las detenciones se produjeron el pasado sábado, día 3, en la finca "Lunares" de la Sierra del Oro, donde los agentes, que investigaban desde el pasado verano y que escucharon disparos, entraron y encontraron un tigre ya muerto, así como a un león encerrado en una jaula y hacia el que supuestamente los detenidos se dirigían "para hacer la suelta y abatirlo también".

Las personas detenidas son el gestor del safari, M.D.M., de 41 años, los guardas de la finca, J.P.B.N., de 25 años, y M.B.M., de 22 años, y un menor de edad, todos naturales de la localidad.

También fueron detenidos tres cazadores supuestamente participantes en el safari, D.J.O., un varón de 55 años y vecino de Madrid; B.T.S., una mujer de 52 años también madrileña; y J.F.M., un varón de 33 años vecino de Fuenlabrada (Madrid).

Según Sánchez Rufo, la investigación comenzó este verano a raíz de que el SEPRONA comenzara a recibir llamadas telefónicas de vecinos de Monterrubio de la Serena que informaban de "cacerías de lobos en una finca cercana".

Tras las investigaciones, se determinó que los hechos podrían suceder en la finca "Los Lunares", cuyas vallas "eran más altas de lo normal y, además, estaban electrificadas".

Una vez descubierto esto, se estableció un dispositivo de vigilancia hasta localizar el lugar donde "supuestamente, se guardaban esas especies de animales protegidos en espera de ser puestos en libertad para, inmediatamente, abatirlos".

Además, se descubrió que a finales de noviembre se abatió un cachorro de tigre y que a primeros de este mes se iba a celebrar otra cacería, por lo que se intensificó la vigilancia "haciendo apostaderos y esperas a larga distancia durante diez días consecutivos".

Así, el pasado sábado los agentes escucharon dos disparos y entraron en el lugar, donde encontraron un tigre muerto y, en una jaula cercana, un león en espera de ser abatido.

También había una nave en cuyo interior se hallaba otra jaula con un tigre.

Se comprobó que los dos disparos que ocasionaron la muerte al tigre se hicieron con una carabina del calibre 22, un arma ilegal para practicar la caza.

Posteriormente, se iniciaron las diligencias y se detuvo a estas siete personas, que fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de Castuera (Badajoz) al igual que los dos animales vivos y el cadáver del tigre abatido, la carabina y otros efectos y documentos encontrados en los domicilios de los detenidos.

Además, los restos de tigres abatidos y varios huesos, "supuestamente de lobos", que se han encontrado en la finca han sido enviados al Centro de Necropsia de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de Sierra de Fuentes (Cáceres) para analizarlos.

El tigre y el león hallados vivos, que fueron adquiridos legalmente pero cuya procedencia se desconoce, han sido enviados a una entidad zoológica de la provincia de Málaga.